martes, 20 de septiembre de 2016

Las mil y una ventajas del parquet

El mejor suelo sin dudarlo, es el de parquet El parquet es ideal para decorar

Mi tía Inés me contagió la pasión por las casitas de madera. Siempre me fascinaron. Cuando la visitaba en su villa del pueblo, me pasaba horas contemplando su colección de casas, llenas de miniaturas y de los más espectaculares detalles. Y es por eso y no por otra cosa, por lo que me aficioné desde muy joven a los muebles y la decoración. Con diez años, ya le decía a los mayores que, de adulta, quería ser decoradora. Respuesta que fascinaba a casi todos, porque en boca de una chiquilla, resultaba al menos extraña.

También debo reconocer que mi madre tenía la costumbre de comprar todas las revistas sobre hogar y decoración que caían en sus manos, y gracias a ellas, me interesé aún más por el tema y aprendí montones de cosas. Por circunstancias imprevistas de la vida, acabé estudiando derecho y hoy día soy abogada penalista y no me dedico a nada parecido a lo que hace un decorador. Sin embargo, la afición no la he perdido y son muchos los amigos y familiares que acuden a mí cuando compran sus casas y no saben cómo afrontar esas cuestiones. Yo, por mi parte, viví hasta los veintiún años en casa de mis padres.

Después, pasé casi diez años viviendo de alquiler en distintos puntos de mi ciudad, lo que me permitió conocer a fondo varios de sus interesantes barrios. Dos de las cosas que me prometía a mí misma cuando me comprara una casa, es que tendría una pequeña piscina y un jardín, y que los suelos serían de parquet. No entiendo a la gente que se empeña en poner la clásica solería en el suelo, pudiendo instalar parquet. En mis casas de alquiler, sufrí lo indecible con las dichosas baldosas. O eran directamente muy feas, o se manchaban con cualquier producto o no había forma de dejarlas brillantes. Por mucho que fregara, el suelo parecía estar sucio. Quizá sea una manía mía, pero no estoy contenta hasta que veo los pasillos y las habitaciones completamente relucientes.

Además, el parquet es mucho más cálido y acogedor, y las habitaciones resultan más agradables. No tiene ni punta de comparación. Hoy día, se puede instalar un suelo sintético que imita a la madera a las mil perfecciones. Por si fuera poco es un producto muy duradero y con mucha resistencia, de modo que no importa que tu casa esté muy concurrida o que tengas hijos o animales traviesos.

 Sólo tocar este tipo de materiales, ya es mucho más agradable que estar en contacto con los fríos suelos de solería tradicionales. Cuando el verano pasado me entregaron por fin las llaves de mi nuevo hogar, lo primero que hice fue buscar una tienda de parquet en Barcelona, para que me instalaran el por mí tan deseado parquet. Primero pensé en ponerlo sólo en algunas partes de la casa, pero al final me gustó tanto, que acabé por colocarlo en toda. Dos de las cosas que más me gustan, a parte de su gran resistencia, es lo bien que se limpian y lo perfectos que quedan después, y lo silenciosos que son.

Adoro llegar a casa después de un interminable día de trabajo, quitarme los zapatos y pasear descalza por el parquet. Es una sensación única.

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