lunes, 24 de febrero de 2014

El procurador de los muebles de pino

libros-07Hace poco asistí al montaje de los muebles de las oficinas de unos procuradores baratos en Madrid y me sorprendieron un montón de cosas de tal montaje, a saber: Primero. Los procuradores son unos señores que lo quieren todo de pino. Los muebles, las sillas, las estanterías, las mesas, las repisas... todo, absolutamente todo.

Uno de ellos incluso olía a pino, lo que me lleva a preguntarme ¿qué extraño motivo de la naturaleza puede llevara a alguien inteligente, con cultura, con dinero y con una buena posición social, a utilizar un desodorante con olor a pino?

Segundo. ¿Qué hacen los procuradores? Porque por más que me lo intentaron explicar, no sólo no me quedó nada claro, sino que la idea que yo tenía de lo que era un procurador se desvaneció, siendo sustituída por otra seguramente errónea. Me dijeron que el procurador es quien representa al cliente (demandante o demandado) y no el abogado. ¡Toma ya! ¿Es que todas las películas de abogados que he visto mienten? y también que es quien presenta y recoge toda la documentación del juzgado para entregarla al abogado, como si no existiera el correo electrónico, el correo certificado o las empresas privadas de mensajería.

Al final me fui con la impresión no demasiado desencaminada, de que entre unos y otros estaban jugando a intentar tomarme el pelo, por lo que me puse la película "testigo de cargo" de Agatha Christie, donde un procurador le llevó un cliente a Sir Wilfrid para que lo defendiera, de donde deduzco que los procuradores son una especie de corredores de procesos judiciales (como los corredores de fincas, pero en lugar de pisos, venden juicios). O algo parecido.

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